Lugares Mitológicos

Los lugares representan parte importante de estas leyendas y lo más emocionante es saber que muchos de estos existen o tienen su equivalente y pueden ser visitados, como también los que no son reales, entre estos lugares podemos destacar:

Los existentes

Monte olimpo: El olimpo, hogar de los dioses, desde aquí reinaban los principales dioses del panteón griego, con Zeus a la cabeza los griegos aseguraban que en la cima de este monte existían mansiones de mármol y cristal donde los dioses hacían su día a día y desde donde los protegían y observaban, lugar de gran cantidad de mitos desde el comienzo del reino de Zeus en la titanomaquia, la caída de hefesto a sus faldas, y la incontable cantidad de disputas de los dioses, este se convierte en el centro de la leyenda en cuanto a dioses se refiere. Actualmente este monte está ubicado en el sur de Macedonia, aparte de ostentar el título del monte más alto del país (que en realidad no es solo, uno sino una cadena de montañas, presenta visitas guiadas en las que se puede llegar a su cima en un aproximado de 2 días, un viaje que vale la pena para llegar a aquel lugar donde se decían habitaban los dioses.

Laberinto de creta: En la mitología griega el laberinto juega un papel importante en el mito del minotauro y la leyenda de icaro, según la historia el laberinto fue construido por dédalo a orden del rey Minos, todo esto para encerrar al minotauro, al final el desafortunado dédalo seria presa de su propio diseño al ser arrojado ahí junto con su hijo ícaro, la historia y el fin del minotauro creo que ya lo sabemos. En la realidad se cree que el laberinto tiene su origen en el palacio de Cnosos una construcción bastante adelantada para la época con una gran cantidad de habitaciones y las mayores tecnologías de la época. Haciéndolo ver como un laberinto para los habitantes de creta de esa época.

Oráculo de Delfos: El oráculo fue un templo en honor al dios apolo, lugar de varias adivinaciones y premoniciones que afectaron varios personajes de la Grecia antigua, como lo fue la vida de Edipo, en este se veía mucho el peregrinaje y las consultas de altos cargos de ciudades, sea para pedir favores a apolo o para saber que acciones tomar en la guerra o en la política. Curiosamente si existen registros históricos de estos peregrinajes y el culto a apolo perduró por muchos años, hasta su caída a la llegada de Alejandro magno el cual sistemáticamente fue debilitando estos cultos. Hoy en día se pueden visitar sus ruinas en el valle Pleisto, en Focida.

La isla de Ítaca: Lugar del cual partió Ulises, mejor conocido como Odiseo hacia la guerra dejando a su mujer e hijo, y desde donde inició su mito La Odisea. Si bien esta isla existe en la actualidad, los historiadores y geógrafos no están del todo seguros que la Ítaca mitológica sea la misma actual, aun así, existen teorías de otras islas que se adecuan más al mito como lo es leúcade.

No existente

El hades: El reino de Hades, este es considerado el inframundo griego. Aquí las almas de los muertos llegaban luego de ser transportadas por Caronte a previo pago a través del rio Aqueronte y del rio estigia, aquellos que no pagaban el precio estaban condenados a pagar una condena de 100 años a las orillas del estigia, esperando a poder entrar al hades y tener su juicio final, cabe destacar que no era un lugar de castigo, sino el paso final de todos aquellos fallecidos donde eran juzgados y divididos según virtuosos (enviados a los campos elíseos), las neutras (volvían y vagaban por los campos asfódelos) y los malvados (enviados al tártaro). Aparece en muchos mitos entre los cuales destacamos los doce trabajos de hércules, el intento de rapto de Perséfone por Teseo y pirito, y la historia de Orfeo y Eurídice.

Tártaro: El lugar más tenebroso de la mitología griega, inicialmente la cárcel de los ciclopes, que fueron liberados por Zeus para su batalla contra cronos, y al vencerlo lo encerraron aquí junto a la mayoría de los titanes como castigo y fueron custodiados por los hecatónquiros, y más tarde se convirtió en la morada final de aquellos con almas malvadas, y eran castigados según sus crímenes por la eternidad.